Aunque utilicemos la misma palabra para describir ambos procesos, la escoliosis juvenil o del adolescente es una enfermedad completamente diferente a la escoliosis del adulto.
Si bien jóvenes y adultos presentan la columna en forma de “S”, las circunstancias de aparición, los síntomas, las causas y los tratamientos son diferentes.
Escoliosis en niños y adolescentes, origen
La escoliosis de los adolescentes es en la mayoría de los casos “idiopática”, es decir de origen desconocido o incierto. Suele localizarse en la región torácica produciendo diversos grados de deformidad en la zona media de la espalda, en el pecho y en las costillas. A veces, una parte de la espada se encuentra más elevada que la otra. En estos pacientes, la deformidad puede ser indolora y es flexible. Este último es un detalle de gran importancia para el tratamiento.
En los jóvenes, particularmente aquellos que están aún en edad de crecimiento, la deformidad se puede corregir mediante la utilización de un corsé u prótesis externas. Sólo en los casos más graves o persistentes se requiere cirugía.
Diferencias con la escoliosis en los adultos
La escoliosis de los adultos, o deformidad vertebral de los adultos, es una de las formas más graves de artrosis de columna. Suele afectar a la zona baja (lumbar) de la columna y se manifiesta con dolor, incapacidad y deterioro de la calidad de vida. A veces el dolor es muy intenso y se localiza en el área baja de las espalda, glúteos, caderas y se extiende hasta las rodillas.
En el caso de la deformidad del adulto, la columna suele estar rígida y, por ese motivo, el tratamiento con fajas y corsé resulta ineficaz. En los casos en que el deterioro de la calidad de vida sea significativo o en aquellos que no se pueda controlar el dolor con otras medidas, la cirugía puede ayudar.
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