El dolor lumbar, o de espalda, y el cervical, o dolor en la región posterior del cuello, están entre las causas más frecuentes de consulta al médico.
Aproximadamente el 80% de las personas experimenta alguna vez a lo largo de su vida este tipo de dolor. Muchas veces, el dolor, la rigidez y las limitaciones asociadas son de la gravedad suficiente como para afectar la calidad de vida.
Algunos de los factores asociados al desarrollo de dolor lumbar y cervical son:
- Trabajos o profesiones asociadas con estrés físico o postural (estar sentado por periodos prolongados, realizar gestos físicos repetitivos, mantener posturas fijas por períodos prolongados, levantar pesos).
- Sedentarismo. No realizar ejercicio es de por sí una causa de dolor lumbar y cervical.
- Sobrepeso. Es el equivalente para la espalda a estar levantando peso durante todo el día.
- Diversos factores psicológicos o sociales (estrés, depresión, ansiedad, problemas familiares o laborales).
El reposo, en su justa medida
El reposo en cama y la restricción de la actividad en general, están entre los tratamientos indicados con mayor frecuencia. Sin embargo, se ha visto que mantener este tipo de restricciones por más de dos o tres días tiene más efectos negativos que positivos. La falta de movimiento trae rigidez y la rigidez dolor; el dolor a su vez limita los movimientos y, de esta forma, se forma un círculo vicioso del que se hace cada vez más difícil salir. Por ese motivo, es importante ponerse como objetivos, desde el principio, no perder elasticidad y recuperar el rango y amplitud de los movimientos lo más rápido posible. Los tratamientos pasivos (masajes, manipulaciones, ultrasonido, etc.) pueden ayudar a corto plazo. Sin embargo, los tratamientos más eficaces a largo plazo son los ejercicios activos y el mantenimiento de un estilo de vida saludable.
Consejos: Organiza tu espacio de trabajo para el éxito. Utilizando todas las medidas a tu alcance mejora la ergonomía o postura correcta. Por ejemplo, siéntate correctamente y pon la pantalla del ordenador a la altura apropiada. Realiza cambios posturales y pequeños paseos con tanta frecuencia como sea posible. Considera la utilización de un rollo lumbar para mantener la postura correcta. Más información en el artículo ¿Por qué nos duele la espalda?
Recomendaciones para evitar dolor lumbar y cervical
Al levantar cualquier peso procura doblar las rodillas antes que la espalda. Intenta no hacer ejercicios de rotación de la columna con peso. Mantén los objetos pesados cerca del cuerpo. En casos de objetos muy pesados, ¡pide ayuda!
Hacer ejercicios de estiramiento, especialmente de extensión, si es posible todos los días.
Si el dolor persiste más allá de las dos semanas, se extiende por las piernas hasta por debajo de las rodillas (o desde las cervicales hacia los brazos) o se acompañan de otros síntomas, no dude en consultar a su médico.
Dr. Samprón
Dr. Andermatten
Especialistas en Neurocirugía y enfermedades de la Columna Vertebral en Gipuzcoa
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